Colombia es una sinfonía de contrastes y este viaje lo demuestra desde el primer día. Empieza en Bogotá, entre cerros sagrados, historia viva y arte con alma. Luego, nos adentramos en el corazón cafetero, donde dormirás en fincas tradicionales, aprenderás a maridar café y descubrirás pueblos que conservan el alma de antaño. Cruzarás valles escondidos como La Samaria antes de llegar a Medellín, una ciudad que se reinventa a cada paso.
Y cuando creas que ya lo has vivido todo, el viaje continúa hacia el Pacífico: te esperan ballenas yubarta en libertad, sabores del Chocó cocinados con cariño y playas salvajes para desconectar de todo. Finalmente, el broche de oro lo pone Cartagena, con su encanto colonial y las aguas turquesa de las Islas del Rosario.
Una ruta que va de la montaña al mar, del aroma del café al canto de las ballenas, del silencio natural al ritmo caribeño. Este viaje no solo te lleva a Colombia: te conecta con su alma.