La mayor atracción de este crucero de 8 días es la belleza singular del paisaje que ofrece el Danubio. El viaje empieza en una de las ciudades más antiguas de Europa, Belgrado, ubicada en la frontera entre los antiguos imperios del Oriente y el Occidente. La ruta del crucero pasa por las 2 capitales del imperio austrohúngaro: la espectacular Budapest y la regia Viena.