Cuando llega la primavera, los campos del Segrià, el Urgell y las Garrigues se transforman en un mar de colores. Los melocotoneros, almendros y cerezos estallan en tonos de rosa y blanco, creando un paisaje de ensueño que invita a pasear, tomar fotografías y conectar con la naturaleza.
Ven a disfrutar de rutas entre los campos floridos, actividades guiadas y experiencias gastronómicas con productos locales. Aprovecha para descubrir pueblos con encanto y degustar la cocina de proximidad en un entorno único.